Ricard Cervera Segura, Aida Cordero Botejara, M.Rosa Oltra Sempere y M.Ángels Martínez Zamora
Puntos clave
- La morbilidad materna y fetal puede ser grave durante una exacerbación del lupus eritematoso sistémico (LES) y el tratamiento puede estar limitado por el embarazo. No obstante, se ha demostrado en los últimos años que el embarazo en pacientes con LES no supone un riesgo alto, siempre que la gestación sea planificada y posteriormente controlada por un equipo multidisciplinario.
- Se aconseja la gestación en las pacientes cuya enfermedad esté inactiva o con afección renal en remisión un mínimo de 6 meses antes de la concepción. Además, deben encontrarse sin tratamiento citotóxico (ciclofosfamida, metotrexato, micofenolato de mofetilo) los 6 meses previos al embarazo.
- En pacientes con enfermedad bien controlada antes del embarazo, el riesgo de exacerbación de su nefropatía oscila entre el 5 y el 10%. En cambio, las pacientes cuyo embarazo coincide con un período de actividad del LES presentan empeoramiento de su nefropatía en un 50-60% de casos.
- Las embarazadas portadoras de anticuerpos anti-Ro/SSA y anti-La/SSB tienen un riesgo aumentado de que el feto presente lupus neonatal y bloqueo auriculoventricular.
- El síndrome antifosfolipídico (SAF) produce diversos efectos en el embarazo (abortos y pérdidas fetales, prematuridad, retraso del crecimiento intrauterino, eclampsia y preeclampsia, síndrome HELLP).
- En pacientes con anticuerpos antifosfolipídicos se debe administrar ácido acetilsalicílico (100 mg/día) preconcepcional y mantenerlo durante todo el embarazo y después del parto.
- La administración de prednisona no está indicada en el SAF como profilaxis de pérdidas fetales. Tan sólo se debe administrar por razones no obstétricas, como actividad de la enfermedad asociada, trombocitopenia intensa o síndrome HELLP.